En marketing digital, el time decay es un modelo para atribuir el crédito de una conversión a los canales de marketing y puntos de contacto más cercanos a la conversión. Este modelo se conoce como atribución al último clic porque atribuye el mérito al último canal o punto de contacto con el que el cliente interactuó antes de realizar una compra.
El modelo de decaimiento temporal se basa en la idea de que cuanto más cerca en el tiempo esté un canal de marketing o punto de contacto de la conversión, más probable es que haya causado la conversión. Esto significa que el último canal o punto de contacto con el que interactúa el cliente antes de realizar una compra es el que recibe más crédito por la conversión. Por el contrario, los canales y puntos de contacto anteriores reciben menos crédito.
Por ejemplo, un cliente que busca un producto en Google, hace clic en un anuncio, visita el sitio web y realiza la compra. En este caso, el modelo de decaimiento temporal daría el mayor crédito por la conversión al clic en el anuncio, porque fue la última interacción antes de que se produjera la conversión. Las interacciones anteriores, como la búsqueda en Google, recibirían menos crédito.
El modelo de decaimiento temporal tiene algunas ventajas y desventajas. Por un lado, es sencillo y fácil de entender, y puede proporcionar información útil sobre el rendimiento de los canales y puntos de contacto de etapas posteriores. Por otro lado, puede ser injusto con los canales y puntos de contacto de etapas anteriores que pueden haber desempeñado un papel crucial.